Aunque no lo creamos, la inteligencia artificial se encuentra prácticamente en todas las partes de nuestra vida. Esta nueva realidad está transformando todos los sectores productivos convirtiéndose en el corazón de la Cuarta Revolución Industrial. Este echo hace que grandes empresas apuesten por su inversión en IA, siendo conscientes del impacto social, ético y legal que conlleva. Pero, ¿Qué es exactamente? ¿Qué posible impacto puede tener sobre nuestras vidas y economía?
¿Qué es la Inteligencia artificial?
La inteligencia artificial (IA), hace referencia a cualquier conducta humana que desarrolle una máquina o sistema. Sin ir más lejos, nuestros ordenadores están programados para “imitar” esta conducta, mediante el uso de datos como ejemplo de conductas similares.
Independientemente del tipo de inteligencia de la que se trate, el uso principal de esta, se da en situaciones en las que se requiere una rápida respuesta. Gracias a ella, las máquinas pueden trabajar de una forma mucho más eficiente y analizar los datos en cuestión de segundos, resolviendo así problemas.
Las cuatro futuras olas de la inteligencia artificial
Varios estudios realizados por Kai-Fu Lee, antiguo responsable de investigación de Google en China, advierte de las cuatro olas que traerá la IA y que impactarán sobre diferentes ámbitos, destacando los trabajos de oficina. Este echo, hace que salten las alarmas y el miedo de la sustitución y desaparición de millones de empleos.
La primera ola: Internet AI
Esta primera etapa se centra en los motores de recomendación. Son sistemas algorítmicos que trabajan a partir de la gran cantidad de datos de los usuarios, para personalizar el contenido on line y adaptarlo lo mas posible a nosotros.
Un claro ejemplo de este serían las recomendaciones de productos de Amazon, los anuncios de Facebook… que parecen saber lo que comprarás antes de tú hacerlo.
Esto se crea a causa de los datos que fluyen a través de nuestra redes. La inteligencia artificial aprovecha el hecho de que los usuarios hagan “click”, no lo hagan, permanezcan más tiempo en una web que en otras… para ir creando una imagen detallada de nuestra personalidad, hábitos y deseos y como consecuencia crear un contenido mucho más personalizado para mantenernos en una plataforma determinada.
La segunda ola: inteligencia artificial
Si en el caso de la primera ola, se aprovechan de los datos que los internautas con su comportamiento en internet, van dejando por la red, en esta segunda ola, la inteligencia artificial se coge a todos esos datos que las empresas tradicionales ya han etiquetado en el pasado. Un claro ejemplo sería los bancos que emiten préstamos y registran las tasas de reembolso, los hospitales que archivan diagnósticos, tribunales que tengan cuenta el historial de condenas, etc.
Tercera ola: percepción de la IA traerá consigo comodidad
En esta fase, se fusiona el mundo digital con el mundo real. Nuestros dispositivos van evolucionando, siendo cada día mas inteligentes y con una mayor cantidad de sensores.
La percepción de la inteligencia artificial traerá con ella la comodidad del mundo on line al mundo off line. Los dispositivos de hardware creados por sensores harán que escuelas, automóviles y muchos más entornos se conviertan en una fusión on line – off line.
La cuarta ola: La IA autónoma
La última ola es el resultado de la unión de todas las demás. La inteligencia artificial autónoma, da la capacidad a la maquinaria de detectar y responder al mundo que les rodea, permitiendo que se muevan y que actúen de forma productiva.
Si en la actualidad las máquinas puedes superarnos en tareas repetitivas, las máquinas del futuro que podrán ver, escuchar, tocar y optimizar datos será una completa revolución.
Conclusión
Muchos estudios aseguran que la inteligencia artificial y su impacto sobre el trabajo tendrán un gran efecto sobre la sociedad. El impacto real no se sabe con certeza, pero muchos confirman que al igual que se perderán muchos empleos, se crearán otros muchos nuevos.
En conclusión, el futuro es incierto, y no todos los escenarios que se plasman son optimistas. Lo que si que está claro es que se trata de un escenario completamente nuevo y es muy difícil hacer predicciones sobre el futuro de la tecnología.
